Por muchos paraguas, botas y ¡hasta gorros! que veamos aún por la calle sabemos de sobra que el verano está a la vuelta de la esquina. Con ello nos referimos a los días largos, los nuevos cócteles y las noches interminables que acaban en un baño en la playa. Se me ocurren miles de canciones, libros, películas y videoclips ambientadas en la estación.
Pero aunque parece que le está costando al sol salir para no esconderse en este nuevo periodo, nosotros ya nos sentimos en él.
Comenzamos el día con un desayuno (en la terraza, por supuesto) de Harina, un lugar en el que podría comer y beber TODO y seguir así hasta explotar. Desde el día en que mis amigos de Cup of Couple me llevaron allí, no puedo pasar de largo sin pedir su cheesecake.
La mañana sigue sobre una bicicleta de Pretty Ballerinas para bajar el desayuno, hasta llegar al césped verde y montar el campamento. He de confesarlo: si mi pasión por los picnics era importante, tras ver las cestas de mimbre de Chanel y Carolina Herrara sueño con montar una merendola en Central Park. Por ahora he de conformarme con la preciosa creación de Fortnum & Mason, pero todo se andará.
Y para continuar con nuestra cita del verano, pasamos a echarle un vistazo a los mercadillos madrileños, como el de este fin de semana, el Shop & Pop.
Por último, con la inevitable despedida del sol, nos escondemos en EAT, una nueva versión de la vida nocturna madrileña, ¡y a mover el cucu!
